27 de marzo de 2016

Domingo Santo

“Gracias Dios por amarme tanto, porque siento tu amor 
en todos lados, porque sé todo lo que hiciste para salvarnos, 
a mí y a mis hermanos del pecado, y eso sólo me trae pura felicidad. 
Gracias Dios por tenerme en tu consideración, 
por amarme y cuidarme a donde quiera que vaya”.


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