Cuando el dolor llega a nuestra alma borra nuestra
sonrisa quiebra nuestros huesos nos sentimos solos
que nos ayuden a levantarnos un abrazo y palabras de
aliento y a encontrar la paz que tanto buscamos...
En ese momento elevemos nuestra mirada al cielo hablemos
con Dios que aunque de momento no nos sintamos
escuchados en el momento preciso cuando menos los
esperemos sin darnos cuenta sentiremos una lluvia
de bendiciones que inundara nuestra alma de su paz y su amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario