A TI MADRE, GRACIAS
Gracias porque supiste ser la más maternal,
la más virginal de las Madres.
Gracias porque entendiste la maternidad
como un servicio a la vida ¡y que Vida!
Gracias por seguir siendo Madre y mujer en el cielo,
por no cansarte de amamantar a tus hijos de ahora.
Doy gracias a Dios porque he podido experimentar
en profundidad lo que significa tu bondad materna,
siempre abierta a quien busca refugio y
precisamente así capaz de darme la libertad.
Gracias Madre Celestial.
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